Los principios ESG y su importancia en la fiscalidad corporativa
Con el paso de los años se ha ido notando una creciente atención hacia las empresas. Y es que no sólo se espera de ellas que generen beneficios, sino que también se pone el foco sobre su funcionamiento. Aspectos, como la contribución que hagan a su entorno social o el cuidado del medio ambiente, son ahora también importantes y remarcados. Por lo tanto, es imprescindible cuidarlos y tenerlos en cuenta, ya que son una llave más para conseguir inversores y poder expandir nuestra corporación.
¿Qué son los principios ESG?
Las siglas ESG hacen referencia, en inglés, a las palabras “Environmental, Social and Governance”. Con ellas se pretende abarcar varios valores:
- Environmental: haría referencia al efecto, directo o indirecto, que tiene nuestra empresa sobre el medio ambiente.
- Social: en este caso, valoraría el impacto que tiene sobre su entorno social.
- Governance: esta última palabra hace alusión al gobierno corporativo de la empresa. Este punto tendría en cuenta aspectos como las políticas de transparencia de la empresa o la composición de su Consejo de Administración.
¿Por qué tenerlos en cuenta?
Estos criterios han ido tomando mucha fuerza y, a día de hoy, puede condicionar en gran medida la consecución de inversores. Estos dan preferencia a las inversiones que resulten más sostenibles y menos agresivas.
Además de los inversores, la imagen que ofrezca nuestra empresa a la sociedad en general también supondrá un punto crucial para generar confianza y que resulte atractiva.
Por otra parte, las iniciativas orientadas a que las empresas tengan una mayor transparencia y sostenibilidad en sus políticas fiscales, han ido en aumento. A nivel europeo, por ejemplo, se llevó a cabo la Directiva EU 2021/2101. Esta Directiva, que entró en vigor el 21 de diciembre del pasado año, regula que aquellos grupos multinacionales con un importe neto de, al menos, 750 millones de euros, con socios o filiales cuya residencia sea un Estado miembro de la Unión Europea, reporten determinada información de forma anual. Por ahora, está previsto que tengan que publicar una breve descripción de sus actividades, su importe neto de la cifra de negocios, los impuestos abonados en cada país y el resultado obtenido antes de impuestos.
Dichos informes tendrán que publicarse en el registro de empresas de un Estado miembro de la Unión Europea. También deberán figurar en la página web de la empresa, en el que los informes “Country by Country” permanecerán accesibles, al menos, cinco años. Actualmente no se ha transpuesto al ordenamiento jurídico español, pero los Estados miembros disponen hasta el 22 de junio del 2023 para hacerlo.
Un buen asesoramiento para alcanzar los objetivos
Adaptarse a estos criterios conlleva un proceso y un necesario estudio. Para saber cómo encaminar nuestra empresa de forma segura y eficaz, es fundamental buscar un buen asesoramiento y comenzar a dar forma a nuestros proyectos.