Compra de criptomonedas: aumenta el riesgo de estafa en las empresas
En el último periodo, la compra de criptomonedas se ha visto incrementada. A día de hoy, existen todas las facilidades para convertirse en inversores, tanto si eres una gran empresa como un pequeño inversor. Ya no es necesario disponer de altas cantidades de dinero para poder invertir, y se puede realizar desde cualquier dispositivo móvil.
Este auge que estamos viviendo también ha hecho aparecer, como consecuencia, estafadores que intentan aprovechar la ocasión. Es lo que se conoce como el “boiler room” o “falso asesor”.
¿En qué consiste?
En este tipo de casos, los estafadores contactan con los inversores a través de los medios digitales, como pueden ser webs, blogs o distintas aplicaciones. Se hacen pasar por empresas que se dedican al asesoramiento financiero en todo tipo de productos financieros. Para conseguir sus datos personales, les indican que deben pasar un proceso de KYC (Know Your Client). Normalmente, este registro suele realizarse a través de la propia página web, que parece de una empresa de total confianza. En ellas puede llegarse a ver en directo las cotizaciones de distintos valores. De esta manera, para poder comenzar a operar en el mercado de valores, la empresa o usuario realiza el movimiento de fondos hacia esa web.
Los falsos asesores motivarían a las víctimas para que estas conviertan su dinero a criptomonedas, como puede ser el Bitcoin o Ethereum. Se haría uso de plataformas de compra y venta de criptomonedas, como son Binance o Coinbase. Cuando ya se ha realizado la conversión, les proporcionan una dirección de monedero electrónico de dicha plataforma para que se haga la transferencia.
Control remoto del ordenador
También es habitual que estos “asesores” acaben convenciendo al inversor para poder acceder a su ordenador por control remoto. Así, mediante esta estrategia, se apropiarían de contraseñas y otra información de valor que se encuentre en nuestro dispositivo. De la misma manera, suelen darse muchos casos en los que se instala un software malicioso.
Con este procedimiento consiguen hacernos creer que estamos depositando nuestro dinero en un lugar seguro para invertirlo. Pero lo que ocurre en realidad es que se deposita en su wallet, fraccionándose en pequeñas porciones y repartiéndose en centenares de wallets sucesivamente. Esto se haría para que resulte más difícil rastrearlo y, por tanto, poder localizarlo y recuperarlo.
Posteriormente, se presionaría para que se siga invirtiendo, haciendo creer que está siendo exitosa o todo lo contrario: que se está desplomando y es necesario invertir más.
¿Cómo prevenirlo?
Algunos aspectos a tener en cuenta para prevenir este tipo de casos, es investigar bien la plataforma de inversión, así como la web en la que se encuentra. La fecha de creación de la página, si se puede encontrar en buscadores genéricos, qué empresa figura como responsable en las políticas de privacidad o la información publicada sobre la entidad que registra el dominio pueden sernos de utilidad. Además, deben estar registrados ante la CNMV y aplicar a sus clientes los test de idoneidad o conveniencia.
Si creemos que estamos siendo estafados o tenemos la certeza de que lo hemos sido, es imprescindible que dejemos de invertir y que solicitemos asesoramiento legal profesional. Deberemos recopilar toda la información de la que dispongamos para poder llegar a identificar a los perpetradores, denunciando ante las autoridades.